La luz de la Navidad, que en vísperas de la Nochebuena irradia con especial fuerza, ha encontrado un firme aliado en el pregonero de este año.
El coordinador de Cáritas Cieza, Miguel Juliá, ensalzó este domingo en la iglesia de San Joaquín la Navidad y lo hizo con un discurso huérfano de recuerdos personales de su infancia y juventud, poniendo el acento en transmitir el verdadero significado de esta celebración cristiana. Glosó el sentido especial que para él tiene el Nacimiento de Cristo.
“Pretendo poner voz a la Navidad de 2012, la de toda la vida, y es ella la que os va a hablar. Desde hace unos años me siento dolida e ignorada porque estoy afectada por virus sociales, por ejemplo, la fiebre del consumismo”. Con estas palabras, el pregonero comenzó a despojar a esta celebración de los elementos que poco tienen que ver con ella y mucho con el consumismo y las costumbres foráneas.
En su alocución, aludió a la obra ´Dios adentro´, del padre Ignacio Larrañaga, para criticar la corriente de pensamiento que reivindica unas navidades sin tintes religiosos. A su juicio, “una sociedad sin dios, sin referencias religiosas, acaba en una sociedad contra el hombre. El elemento religioso está siempre presenta en nuestra cultura”.
Igualmente hizo alusión al mensaje del papa Benedicto XVI en el que denuncia un “ateísmo práctico” en la sociedad actual. “Hay una forma de ateísmo práctico, en el que no se niega la verdad de la fe o los ritos religiosos, sino simplemente se consideran irrelevantes para la existencia diaria, separados de la vida, inútiles. Por ello, reivindico una fe adulta”.
Prosiguió el pregonero diciendo que, de ningún modo, pretende el papa eliminar el buey y la mula del belén, sino que anima a mantener esta tradición. “Lo que hace Benedicto XVI es explicar cuándo y por qué aparecen en la iconografía cristiana estos animales a partir de la frase del profeta Isaías, de que ´el buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende´. Por tanto, es un símbolo de esta alegoría”.
Juliá invitó a vivir la Navidad los 365 días del año. En palabras suyas, “hay que vivirla interiormente si queréis experimentar su significado verdadero. Solo así se vivirá una Navidad perenne y no solamente unos pocos días del año”.
Sus convicciones de justicia social quedaron reflejadas en el texto al proponer a la ciudadanía y a la comunidad cristiana una invitación a vivir y practicar una serie de valores para hacer posible una sociedad con futuro, una sociedad renovada más justa y fraterna, más solidaria y cercana a la realidad de quienes viven en pobreza y exclusión.
El pregón de Navidad no sería lo que es sin los villancicos. Y este año, como en las últimas ediciones, el encargo se ha dirigido al Coro de la Escuela Municipal de Música y al Coro y Orquesta de Conservatorio de Música Maestro Gómez Villa.
El acto, organizado por la Cofradía de la Santa Verónica y presentado por Ricardo Caballero, secretario de la Cofradía, se celebró tras la misa de doce oficiada por el párroco Rafael Martínez y estuvo presidido por el alcalde de Cieza, Antonio Tamayo, además de la presidenta de la hermandad, Pepa García; los concejales Francisco Castaño, Ana Cobarro, Matías Ríos, María José García, María Dolores Hortelano y María Antonia Giménez, y la vocal de Caridad de la JHP, María José Salinas, en representación de la Junta de Hermandades Pasionarias de Cieza.