El sacerdote ciezano Manuel Verdú pregonó este sábado por la noche la Navidad en la iglesia de San Joaquín de Cieza recordando con cariño y nostalgia navidades pasadas y momentos tan especiales de su niñez como la Nochebuena y el Día de Reyes. “Sin darme cuenta, todos esos momentos de ilusión y felicidad dejaron en mi vida la huella de Dios”.
“Ahora alzo mi voz lleno de gozo para anunciaros que Dios se ha hecho hombre y no es un desconocido, se llama Jesús. Él ha venido para todos los hombres. El Mesías ha venido a transmitir un mensaje de amor. Su Gracia no está reservada para unos pocos, sino para todos los hombres”. Con estas palabras Manuel Verdú pregonaba la llegada de la Navidad que para él no es otra cosa que la proclamación del Nacimiento de Cristo.
Y lo hacía apoyándose en la encíclica ´Spe Salvi´ del papa Benedicto XVI en la que realiza un diagnóstico de la crisis de esperanza con que termina la modernidad: la ciencia y su aplicación técnica. “Estamos salvados en esperanza. Esta es la certeza que sostiene la vida de quienes tienen fe en que son amados por Cristo, con un amor que nos hace responsables de la vida en el mundo y los convierte en testigos del consuelo de Dios para cuantos sufren. El hombre solamente puede ser redimido por el amor”.
Abundando en la encíclica papal, Verdú aludió al ejemplo de Santa Josefina Bakhita para “recuperar la esperanza cristiana. Son los pobres y los mártires quienes mejor dan testimonio de ella. Es el caso de Santa Josefina, que fue redimida a través del conocimiento de esa esperanza”.
El acto organizado por la Cofradía de la Santa Verónica en colaboración con el Ayuntamiento de Cieza concluyó con el tradicional concierto del pregón de Navidad a cargo de la orquesta y coro del Conservatorio y Escuela Municipal de Música. El templo estaba, como ediciones anteriores, repleto de público.